Los Pibes Corvina 0 – Ateneo 2.
Derrota impensada al inicio del torneo. Nos venció un conocido rival que supo aprovechar sus puntos fuertes y contrarrestar el circuito ofensivo del equipo impidiéndonos conseguir los primeros 3 puntos en el campeonato. Las caras de los jugadores del equipo al finalizar el partido mostraban que el sentimiento de desilusión era compartido.
El cotejo comenzó demorado por la ausencia de un line-man lo que obligó a los únicos 2 jueces presentes repartirse las tareas. En ese momento uno de los jugadores del plantel esbozó un comentario que fue acertado pero contraproducente: “No hace falta un línea más si el partido lo vamos a jugar en campo de ellos”. Y así fue, dominio de pelota y terreno para LPC que buscó generar peligros de gol en base al buen trato de la pelota. Pero Ateneo supo aprovechar la pelota parada para llegar al arco defendido por Ferreyra. Y en uno de esos tiros frontales, un garrafal error en el seguimiento de marcas dejó solo a un delantero rival que tuvo tiempo suficiente para controlar, girar y definir dentro del área chica.
Afortunadamente la idea de juego se mantuvo y el equipo siguió buscando sin cesar (Y sin César, porque el delantero llegó tarde tras un nefasto suceso personal, gracias Negro por venir a jugar igual). Y cuando el control de las situaciones volvía a ser propio al equipo corvinero, una mala salida con pelota controlada desarma las acciones del equipo y permite que un delantero rival defina mano a mano con nuestro arquero colocando la pelota por sobre su salida. El resultado era contundente pero no por eso justo. O al menos no sentíamos justicia en estar perdiendo ese partido.
Para el segundo tiempo ingresó Chavez a jugar de falso 9, y se armó un mediocampo con dos pivotes de control, de forma tal que la fluidez de las jugadas fuera mayor. Y comenzamos a asediar a los rivales. Corners que recorrían toda el área chica, tiros apenas desviados, tiros en el palo o apenas desviados por el arquero…hubo situaciones claras, pero la sensación fue de impotencia. Impotencia por no llegar a concretar lo que generamos de juego. Los gritos de “Tirenme larga una” se oían a menudo, resignando el estilo de juego (Estilo caratulado como lírico e inefectivo) en la búsqueda de una situación de gol. Pero ni siquiera eso sirvió. Los nervios crecían con el correr de los minutos y poco faltó para que Ateneo incrementara el marcador, pero una providencial salida de Ferreyra al borde del área desactivó el peligroso ataque rival.
La realidad marca que no se consiguió ganar. Que se perdió con un rival que generó peligro gracias a errores nuestros, contundencia arriba y marcas pegajosas (Solventado en una excelente tarea de su líbero que barrió toda la defensa). Pero al mismo tiempo se logró controlar la pelota aunque sin ser “picantes” en ofensiva. ¿Conclusión? No supimos ganar el partido.
Hay muchas cosas por mejorar, una de ellas es la paciencia colectiva para buscar los espacios en las defensas rivales.
Pero la idea futbolística no la vamos a traicionar. Cabe recordar para estos momentos de desilusión la siguiente frase: "Si por el camino recto no puedes llegar a ser una persona extraordinaria, jamás lo conseguirás yendo por los caminos torcidos."(Great Expectations - Charles Dickens)
Los Pibes Corvina buscamos ser un equipo amateur extraordinario, y lo vamos a conseguir por el mejor camino posible, el del futbol extraordinario.
Nos vemos el sábado que viene.
Derrota impensada al inicio del torneo. Nos venció un conocido rival que supo aprovechar sus puntos fuertes y contrarrestar el circuito ofensivo del equipo impidiéndonos conseguir los primeros 3 puntos en el campeonato. Las caras de los jugadores del equipo al finalizar el partido mostraban que el sentimiento de desilusión era compartido.
El cotejo comenzó demorado por la ausencia de un line-man lo que obligó a los únicos 2 jueces presentes repartirse las tareas. En ese momento uno de los jugadores del plantel esbozó un comentario que fue acertado pero contraproducente: “No hace falta un línea más si el partido lo vamos a jugar en campo de ellos”. Y así fue, dominio de pelota y terreno para LPC que buscó generar peligros de gol en base al buen trato de la pelota. Pero Ateneo supo aprovechar la pelota parada para llegar al arco defendido por Ferreyra. Y en uno de esos tiros frontales, un garrafal error en el seguimiento de marcas dejó solo a un delantero rival que tuvo tiempo suficiente para controlar, girar y definir dentro del área chica.
Afortunadamente la idea de juego se mantuvo y el equipo siguió buscando sin cesar (Y sin César, porque el delantero llegó tarde tras un nefasto suceso personal, gracias Negro por venir a jugar igual). Y cuando el control de las situaciones volvía a ser propio al equipo corvinero, una mala salida con pelota controlada desarma las acciones del equipo y permite que un delantero rival defina mano a mano con nuestro arquero colocando la pelota por sobre su salida. El resultado era contundente pero no por eso justo. O al menos no sentíamos justicia en estar perdiendo ese partido.
Para el segundo tiempo ingresó Chavez a jugar de falso 9, y se armó un mediocampo con dos pivotes de control, de forma tal que la fluidez de las jugadas fuera mayor. Y comenzamos a asediar a los rivales. Corners que recorrían toda el área chica, tiros apenas desviados, tiros en el palo o apenas desviados por el arquero…hubo situaciones claras, pero la sensación fue de impotencia. Impotencia por no llegar a concretar lo que generamos de juego. Los gritos de “Tirenme larga una” se oían a menudo, resignando el estilo de juego (Estilo caratulado como lírico e inefectivo) en la búsqueda de una situación de gol. Pero ni siquiera eso sirvió. Los nervios crecían con el correr de los minutos y poco faltó para que Ateneo incrementara el marcador, pero una providencial salida de Ferreyra al borde del área desactivó el peligroso ataque rival.
La realidad marca que no se consiguió ganar. Que se perdió con un rival que generó peligro gracias a errores nuestros, contundencia arriba y marcas pegajosas (Solventado en una excelente tarea de su líbero que barrió toda la defensa). Pero al mismo tiempo se logró controlar la pelota aunque sin ser “picantes” en ofensiva. ¿Conclusión? No supimos ganar el partido.
Hay muchas cosas por mejorar, una de ellas es la paciencia colectiva para buscar los espacios en las defensas rivales.
Pero la idea futbolística no la vamos a traicionar. Cabe recordar para estos momentos de desilusión la siguiente frase: "Si por el camino recto no puedes llegar a ser una persona extraordinaria, jamás lo conseguirás yendo por los caminos torcidos."(Great Expectations - Charles Dickens)
Los Pibes Corvina buscamos ser un equipo amateur extraordinario, y lo vamos a conseguir por el mejor camino posible, el del futbol extraordinario.
Nos vemos el sábado que viene.
2 comentarios:
Estoy convencido de este fútbol lírico y creo en él. Sus ideas son tan trasladables a la práctica como el comunismo o la amistad entre el hombre y la mujer.
A seguir el consejo de Dickens. Si querés, un tal Gamboa acaba de quedarse sin trabajo.
Suerte para la próxima.
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