Otra final más y van...16 en el año. Algún distraido se preguntará ¿Tantas? Sí, 16.
De esas, 11 fueron por el apertura y 5 por la copa. Por que hay un refrán que dicta "Todos los partidos son finales" y así juega este equipo.
Puede no brillar, pero combate y ataca siempre. Y como dice otro refrán "Las finales no hay que jugarlas, hay que ganarlas" Y eso hicieron LPC, ganaron la final de la copa de campeones.
Partido durísimo con un rival que abrió muy bien el juego por las bandas.
Pero nosotros nunca nos achicamos. En el primer tiempo tuvimos llegadas claras con pases en profundidad que Diaz y Silva le hicieron a Romano. Pero el goleador parecía ausente, más propenso al choque con los rivales que a poner el pie para el gol.
También tuvimos desborde por la izquierda y llegada al gol con el kaiser Barrionuevo que volvió de Europa porque no le salió el pase al Bayern Leverkusen. Y el gol se hacía desear. Se intentó salir por abajo y por las puntas pero nos presionaron bien la salida. Recurrimos al pelotazo como recurso para sorprender. y a los cambios de frente que Silva conecta de manera excelente. Parecía que el gol estaba al caer, pero el primer tiempo terminó en cero para ambos equipos.
Al descanso, a enfriar el cuerpo pero a mantener el corazón caliente. Ese corazón que nos lleva a luchar todo el partido. Y todo el partido es TODO el partido.
Por eso al sacar del medio, Chavez se la mueve a Romano, este toca para atrás para Silva quien la abre para el sex toy Palacios (Figura del partido). Mientras los dos delanteros de LPC corrían al área rival Palacios levanta la cabeza y con un centro preciso los habilita dentro del área. Chavez la pelea (Siempre la pelea ese muchacho) y Romano captura el rebote para canjearlo por gol con un derechazo alto que el arquero no pudo controlar. 1 a 0, gol del futuro padre que festejó como loco.
Y el partido se ganaba cuando iban 15 segundos del segundo tiempo. Había suficiente tiempo para que Tigre Blanco reaccionara. Y vaya si reaccionó. Por 15 minutos no pasamos mitad de cancha, aunque no inquietaban mucho.
Cuando el reloj marcaba 17 minutos (la desgracia dicen los numerólogos) Ferreyra tapó el mano a mano del campeonato. Un pase entre los centrales que se quedaron reclamando off side dejó solo contra el Rio Cuartense al enganche rival. Pero el cordobés que no tiene la melena de Gatti le rindió homenaje haciendo la de Dios en el mano a mano. Y con la pierna estirada tapó la definición al lado del palo. Con esa tapada demostró ser arquero de equipo grande, responde cuando le llegan.
Y las situaciones se empezaron a repartir. Un tiro libre de Silva que el arquero contrario desvió cuando entraba al ángulo podría haber sido el 2 a 0 de la tranquilidad (Aunque algunos dicen que el 2 a 0 es el peor resultado).
El partido se empezó a calentar, amarillas para todos lados y también injustas tarjetas rojas para ambos equipos, y más para el kamikaze Colantonio que esta vez SÍ que no hizo nada.
Pero el resultado no iba a cambiar, y la actitud que se prometió, los juramentos hechos y las cábalas de siempre dieron resultaron. Nuevamente campeones, de la copa en este caso. Hecho que en la historia de LPC era inédito. Sientanse orgullosos carajo que este equipo quiere seguir dando que hablar.
Saludos, Mariano.
4 comentarios:
No me di cuenta que también en la foto salió le bidón de Toti. ¿Toti pateo el bidón en aquel memorable 0-2 contra Calavera Silvia?
El torneo lo ganaron contra contra nosotros! Felicitaciones muchachos.
Dep. Carrascosa.
Gracias Dep. Carrascosa....
Pero el torneo lo ganamos el sabado, en la final.... no antes....
el bidon de Toti era amarillo....
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