Ganamos 4 a 0.
Triunfo en el escritorio porque los rivales incluyeron un jugador suspendido.
Extrañamente los que nos avisaron de este detalle fueron los muchachos del equipo puntero. Los muchachos de Choppy que podrían haber salido campeones si se quedaban callados.
Esto del Fair Play es muy extraño, creo que no solo tiene que ver con seguir las reglas de juego y no ser extremadamente vehemente al momento de disputar una pelota (No ser mala leche, hablando claro). Mucho pesa también la buena voluntad, mantener la conciencia tranquila y la moral intacta. Y por suerte no somos los únicos que lo entendemos así.
Con los equipos contrarios, uno puede elegir mantener una rivalidad áspera, de esas que transforman a cada partido en una batalla verbal o física. Pero también se puede encarar esto como un juego (Que es claro querremos ganar) y ver en el rival a alguien que nos obliga a mejorar para superarlo para, de esa forma, fomentan la competitividad y superarnos. Creo que hoy se dio un paso hacia este último concepto con el equipo de 85 Choppy. Y todo gracias a unos jóvenes que postergan sus deseos de ser campeón una semana más pero que con nobleza, nos avisaron de que el partido debería ser nuestro.
Extrañamente seguimos con vida.
Gracias a los rivales de Choppy por mantener la cordialidad, por entender que es de caballeros usar las mejores herramientas dentro de la cancha pero que también hay algo más, algo que nos define como competidores y como personas.
Ojo, no se confundan. No les deseo suerte a ellos, quiero salir campeón con mi equipo, pero verdaderamente (Y aunque suene raro) no me sentiré deshonrado si el campeón es 85 Choppy, ese equipo que hoy nos dio una lección de Fair Play.
Triunfo en el escritorio porque los rivales incluyeron un jugador suspendido.
Extrañamente los que nos avisaron de este detalle fueron los muchachos del equipo puntero. Los muchachos de Choppy que podrían haber salido campeones si se quedaban callados.
Esto del Fair Play es muy extraño, creo que no solo tiene que ver con seguir las reglas de juego y no ser extremadamente vehemente al momento de disputar una pelota (No ser mala leche, hablando claro). Mucho pesa también la buena voluntad, mantener la conciencia tranquila y la moral intacta. Y por suerte no somos los únicos que lo entendemos así.
Con los equipos contrarios, uno puede elegir mantener una rivalidad áspera, de esas que transforman a cada partido en una batalla verbal o física. Pero también se puede encarar esto como un juego (Que es claro querremos ganar) y ver en el rival a alguien que nos obliga a mejorar para superarlo para, de esa forma, fomentan la competitividad y superarnos. Creo que hoy se dio un paso hacia este último concepto con el equipo de 85 Choppy. Y todo gracias a unos jóvenes que postergan sus deseos de ser campeón una semana más pero que con nobleza, nos avisaron de que el partido debería ser nuestro.
Extrañamente seguimos con vida.
Gracias a los rivales de Choppy por mantener la cordialidad, por entender que es de caballeros usar las mejores herramientas dentro de la cancha pero que también hay algo más, algo que nos define como competidores y como personas.
Ojo, no se confundan. No les deseo suerte a ellos, quiero salir campeón con mi equipo, pero verdaderamente (Y aunque suene raro) no me sentiré deshonrado si el campeón es 85 Choppy, ese equipo que hoy nos dio una lección de Fair Play.
1 comentario:
Cebollitas hoy, cebollitas la semana que viene...da lo mismo.
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