El futbol invade las pantallas de los argentinos pero desde que el epicentro del futbol mundial se transladó a Sudáfrica por un mes, Los Pibes Corvina no tocamos una pelota. Y lo pagamos caro. El futbol no abundó en el partido disputado contra Instituto Futbol. Las pequeñas sociedades no lucieron y recurrimos al otro factor que nos hace un equipo competitivo "La garra".
Combatiendo en todos los sectores de la cancha por esa pelota que no podíamos preservar en nuestro poder por más de 4 toques seguidos. Intentando sorprender a las espaldas de los defensores rivales en lugar de obligarlos a jugar dentro de su propia área. Corriendo por la línea a los carrileros de Instituto en lugar de anticiparlos antes de recibir. Cometiendo faltas al 10 rival porque parecía imposible quitarle la pelota de otro modo. En fin, el equipo se puso el oberol para jugar en la cancha 1 de Benavidez.
Y el partido se transformó en una lucha de resistencia, golpe por golpe en la que deseábamos ser los primeros en anotar.
Y tras varias jugadas en las que Chavez y Marino estuvieron a punto de dejar desaireado al arquero rival, pellizcando por poco ante una apresurada salida, llegó nuestro gol. A los 15 minutos del segundo tiempo, luego de una jugada que incluyó una salida limpia desde abajo (La única en todo el partido probablemente) Rodrigo Silva dejó sólo a Marino con el arquero. Y el polifuncional (Que estrenó botines gracias a un contrato que firmó con la empresa de la "pipa") y con sus "Mercurial Vapor" definió por sobre el arquero, aunque los 3 piques que dio la pelota antes de entrar contribuyeron al suspenso de la jugada.
Y el equipo se encontró con un gol que buscó, por los medios que pudo, pero lo buscó. De todos modos el partido era parejo, todos lo sabíamos. Por tal razón, y en un acto de justicia admirable el capitán frío le efectuó un pase al 13 rival, quien desde 26,7mts estampó un zapatazo que al buen arquero Gadea le fue imposible desviar. Se escuchó en declaraciones post partido que el capitán le echo la culpa a la pelota "Es redonda, como mis pies, y eso me perjudica".
El 1 a 1 era un baldazo de agua fría (En invierno) para las aspiraciones de LPC en el campeonato, pero un cambio posicional nos dio una frescura que no tuvimos en todo el partido. Marino bajó a jugar de doble 5 y a adueñarse de la pelota en el medio campo, Cardinali pasó de delantero y el dibujo táctico se transformó en un 3-4-1-2.
Y con los últimos minutos en el reloj, el Terminator Colantonio llevó a cabo una escalada por el sector izquierdo, la cual lo posicionó a Chavez (Quién no estuvo fino en la definición) de frente con el arquero. Y cuando la jugada se ensuciaba y parecía que Instituto respiraba apareció el otro jugador marquetinero, el que firmó contrato con la marca de las 3 tiras (Pero en el año 94), y con sus botines "Adidas Stoichkov" la cólgó del ángulo derecho para desatar la locura. Gol de Nicolás Cardinali para darle a LPC 3 puntos valiosos en la recta final del torneo.
Los minutos adicionales no cambiaron el resultado, que hasta podría haber sido una diferencia mayor para el vencedor.
Los medios de prensa escrita resumieron "Bien Corvinas, gran paso, 2-1, cuando no hay futbol aparece la garra!"
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