Todos sabíamos que el torneo se nos estaba escurriendo entre los dedos como arena, que el castillo de naipes tambaleaba, que las ilusiones se desvanecían...pero nos quedaban 2 partidos para que el torneo volviese a encarrilarse. Y dependíamos en gran parte de nosotros mismos. De nuestro poder de concentración y ofensivo. El torneo se planteaba para definirse por diferencia de gol.
LPC vs Chidichimo ¿Cual equipo podría desplegar mejor sus habilidades en estos 2 cotejos? Ellos venían con el envión de los últimos triunfos, nosotros con el aplomo de la experiencia.
Y el partido con Ateneo fue el primer obstáculo. El DT lo planteó siguiendo un viejo refrán que dicta "Pongamos el inodoro en el baño y la heladera en la cocina"...todo debía estar en orden. No cabía posibilidad de error, el orden y la costumbre debían ser armas tan valiosas como el pressing y el pase al pie. Por eso con el 4-3-1-2 se salió a golear a Ateneo...porque otra posibilidad no cabía. Había que ganar por la mayor diferencia posible.
Y el partido se nos abrió temprano, con un gol de gran factura de Silva, de esos a los que nos acostumbró este torneo...de larga distancia (Porque no es de media distancia, sino de más lejos aún) y el gol tempranero nos daba tranquilidad. Y eso se plasmaba en el juego...seguíamos siendo protagonistas y también lo veíamos en el resultado...con un centro de Marino (Gran partido como lateral por derecha) Chavez anotó por primera vez. 2 a 0 y empezaba la ilusión.
Pero esa ilusión se transformó en pesadilla...Ateneo respondió a nuestros ataques con tiros libres al corazón del área que le permitieron adelantar las líneas en el campo y nos obligó a retrasar las nuestras. El 2 a 0 nos daba tranquilidad por el momento, pero sabíamos internamente que el resultado no alcanzaba para una contienda de "goleadas" contra Chidichimo.
Y los minutos pasaron...la charla en el entretiempo parecía esteril, el partido se nos complicaba por errores propios, el orden impuesto por Manuel Perez Vega, el futbol de Joaquín "Xavi" Palacios, la garra de los delanteros no alcanzaba. Ateneo presionaba y nuestros ataques terminaban en "off side"...y los nervios se acumulaban.
Pero hay un jugador de LPC que no siente nervios, que no siente el frío, que no siente nada...y salió del banco de suplentes para (Paradojicamente) calentar la sangre de sus compañeros. El "helado" de Matteis saltó al campo para reanimar los ánimos de un equipo sin piernas (Él se guardó adrede hasta los 60 minutos para agarrar a los rivales cansados y destacar por su "entrega"). Y con su ingreso, con el equipo adelantandose en el campo y cortando las jugadas de ataque de Ateneo antes que inicien...el 2 a 0 se encaminó hacia un 7 a 1 en tan sólo 20 minutos.
Chavez anotó otras 4 veces y Barrionuevo festejó el 6to gol del equipo mostrando su increíble parecido con Cristiano Ronaldo. LPC respiraban tranquilos, habían encaminado el torneo que se definía por diferencia de gol.
Para destacar: La labor de Marino, Perez Vega y Palacios.
Para mejorar: La actitud ante la necesidad de lograr un objetivo mayor.
LPC vs Chidichimo ¿Cual equipo podría desplegar mejor sus habilidades en estos 2 cotejos? Ellos venían con el envión de los últimos triunfos, nosotros con el aplomo de la experiencia.
Y el partido con Ateneo fue el primer obstáculo. El DT lo planteó siguiendo un viejo refrán que dicta "Pongamos el inodoro en el baño y la heladera en la cocina"...todo debía estar en orden. No cabía posibilidad de error, el orden y la costumbre debían ser armas tan valiosas como el pressing y el pase al pie. Por eso con el 4-3-1-2 se salió a golear a Ateneo...porque otra posibilidad no cabía. Había que ganar por la mayor diferencia posible.
Y el partido se nos abrió temprano, con un gol de gran factura de Silva, de esos a los que nos acostumbró este torneo...de larga distancia (Porque no es de media distancia, sino de más lejos aún) y el gol tempranero nos daba tranquilidad. Y eso se plasmaba en el juego...seguíamos siendo protagonistas y también lo veíamos en el resultado...con un centro de Marino (Gran partido como lateral por derecha) Chavez anotó por primera vez. 2 a 0 y empezaba la ilusión.
Pero esa ilusión se transformó en pesadilla...Ateneo respondió a nuestros ataques con tiros libres al corazón del área que le permitieron adelantar las líneas en el campo y nos obligó a retrasar las nuestras. El 2 a 0 nos daba tranquilidad por el momento, pero sabíamos internamente que el resultado no alcanzaba para una contienda de "goleadas" contra Chidichimo.
Y los minutos pasaron...la charla en el entretiempo parecía esteril, el partido se nos complicaba por errores propios, el orden impuesto por Manuel Perez Vega, el futbol de Joaquín "Xavi" Palacios, la garra de los delanteros no alcanzaba. Ateneo presionaba y nuestros ataques terminaban en "off side"...y los nervios se acumulaban.
Pero hay un jugador de LPC que no siente nervios, que no siente el frío, que no siente nada...y salió del banco de suplentes para (Paradojicamente) calentar la sangre de sus compañeros. El "helado" de Matteis saltó al campo para reanimar los ánimos de un equipo sin piernas (Él se guardó adrede hasta los 60 minutos para agarrar a los rivales cansados y destacar por su "entrega"). Y con su ingreso, con el equipo adelantandose en el campo y cortando las jugadas de ataque de Ateneo antes que inicien...el 2 a 0 se encaminó hacia un 7 a 1 en tan sólo 20 minutos.
Chavez anotó otras 4 veces y Barrionuevo festejó el 6to gol del equipo mostrando su increíble parecido con Cristiano Ronaldo. LPC respiraban tranquilos, habían encaminado el torneo que se definía por diferencia de gol.
Para destacar: La labor de Marino, Perez Vega y Palacios.
Para mejorar: La actitud ante la necesidad de lograr un objetivo mayor.